Delfina Leonor Torres comenzó a bailar a los 4 años, pero solo a los 11 descubrió su verdadera pasión por el ballet tras ver un DVD. A los 13 años, ingresó a la escuela del Teatro Municipal de Santiago, donde se formó profesionalmente hasta los 18. Aunque adquirió una sólida técnica y disciplina, el riguroso entrenamiento afectó su salud mental y física. A los 19 años, en una formación en Río de Janeiro, decidió dejar el ballet para priorizar su bienestar. Esta decisión le permitió explorar su creatividad, lo que resultó en su primera obra coreográfica, “Lo Que Quedó”, ganadora del primer lugar en el Concurso de Danza del Teatro Regional Lucho Gatica.
Tras este éxito, Delfina comenzó a recibir oportunidades como coreógrafa e intérprete, invitada a ser parte de una obra de Germaine Acogny en Santiago a Mil 2022, coreografiar en pequeño formato para proyectos independientes.
Formó redes con otros artistas y en octubre del 2022, entró al Ballet Nacional Chileno, donde estuvo hasta enero del 2024. Aquí aprendió de referentes de la danza y experimentó con la danza contemporánea, desafiando su técnica clásica y descubriendo más sobre su identidad artística.
Tras su período en el Ballet Nacional, regresó al trabajo freelance pero con una perspectiva más madura y una mayor claridad en su búsqueda artística. Su mayor desafío ha sido confiar en sí misma y en su trabajo, entendiendo que el arte necesita vida y autenticidad más allá de su aspecto técnico. Este enfoque le ha proporcionado una guía realista y apasionada en su carrera.
“Creo que el arte necesita vida, no al revés. nuestra vida, quiénes somos, en qué creemos y cómo amamos, le dan al arte un sentido más allá de su belleza y encanto, el cual hace que finalmente, sea tan necesario”.
1. Cuéntame en qué consiste el trabajo que realizarás con Tap Jazz Center y cómo surgió la oportunidad de unirte a la compañía.
Lo que estamos realizando es en parte una residencia donde investigamos, conversamos y experimentamos en torno a un tema específico. Este proceso nos permite desarrollar material para la obra “Sueños en Movimiento” dirigida por María José, por lo que también por otra parte tenemos lo más concreto, coreográfico, enmarcado en la dramaturgia de la obra. Dentro de esta estructura, trabajamos en la coreografía y en la propuesta de lenguaje para la obra, inspirados por la música que seleccioné para nuestra sección.
2. Qué te motiva a ser parte de Tap Jaz Center y cómo describirías el proceso.
Esta experiencia es muy enriquecedora y llega en un momento perfecto de mi vida, tras un largo periodo en el que mi creatividad había estado en pausa. La recibo con gran entusiasmo, ya que siento que es el momento ideal para compartir y desarrollar las ideas y herramientas que he ido acumulando. La invitación de María José y Joshua ha sido la motivación que necesitaba para embarcarme en este proceso y darlo todo para crear algo inolvidable. Hasta ahora, el proceso ha sido profundamente satisfactorio y ha renovado mi pasión por la creación, fortaleciendo mi confianza en mí misma y en los intérpretes.
3. Cómo coreógrafa: ¿cómo equilibras la visión artística personal con las expectativas y necesidades de los bailarines y la compañía?
Al trabajar en grupo, la humildad y la capacidad de escucha son esenciales. Tener una visión clara de lo que se quiere lograr es crucial. Solo con esta seguridad en lo que deseo entregar puedo comprender mejor lo que el intérprete necesita de mí. De esta manera, construir la obra se vuelve armonioso, estimulante y más fácil tanto para mí como para los demás.
4. ¿Cómo mantienes a los bailarines motivados y comprometidos durante el proceso de ensayo?
Para mí, la sinceridad, la transparencia y la amabilidad son valores fundamentales. Al combinar estos principios con la autenticidad en cuanto a mi inspiración y manteniéndome segura de que lo que estamos creando va en la dirección correcta, creo que la motivación y el compromiso de los demás surgen de manera natural. Así lo percibo, al menos.
5. ¿Cómo abordas la diversidad y la inclusión en tus coreografías y en la compañía en general?
En este proceso coreográfico, uno de mis objetivos es que cada intérprete pueda aportar a la obra su propia esencia. Que todo lo que les entregue puedan hacerlo propio. Con eso, aspiro a que la diversidad de corporalidades y energías en escena estén más que presentes y que el público lo pueda ver y sentir.